3. Lunes 25 de Noviembre: Verona

Bon giorno per la matina desde la piu bella cittá del Veneto. Bueno, lo que vimos por la noche está chulo, pero promete más de día. Así que nos levantamos, nos tomamos un desayunito normal aquí en el Montresor Palace éste, luego duchita en la habitación y ya hemos bajado preparaditos para coger el bus número 11 en dirección a la arena porque vamos a empezar desde allí más o menos, el cogollito, aunque ya tenemos una guía que nos ha hecho el ChatGPT, que incluso nos ha dicho qué tenemos que comer y a qué hora… Un monstruo el ChatGPT. Pues eso es lo que vamos a hacer. Lo malo es que Sonia se ha tenido que subir porque se le ha olvidado el cargador del móvil y me parece que vamos a perder el autobús. Pero, en fin, estamos de vacaciones y nos la refanfinfla. 

Y… seguimos informando del día de hoy en la bella cittá de Verona. Pues hemos salido del hotel como dije hasta la Arena, la cual hemos bordeado y luego por la Vía Manzini a la famosísima Piazza Erbe donde están las famosas Torres Lamberti y Gardello, la Fontana de Madonna Verona, al lado de otras plazas interesantes con una estatua de Dante y volviendo por la Via del Capolo hasta la casa de Julieta, con su balcón, donde el otro le tiraba sus besitos y otras cositas y ahí con los españoles haciendo fotos y gritando “Venga, dale un beso” “Cómele la boca!!” “Tócale las tetaaaass!!!!” pues nos hemos dado un beso Sonia y yo y todo, fíjate.  




Hemos salido de ahí al Arco Scaligeri o algo así y desde allí nos hemos ido al Teatro Romano y al Castel de San Pietro, creo que era. 


Al Castel por los cojones vas a subir porque hay 800 escaleras y está arriba del todo. A mitad de camino he dicho “yo me voy pabajo”, Sonia me ha seguido lógicamente, hemos bajado y nos hemos ido al Duomo. De ahí a la Basílica de Santa Anastasia pasando antes por un sitio donde Sonia se ha tirado sus 20 minutitos pa comprarse un anillito. Y de allí hemos vuelto a la Piazza Erbe y pa comer, volver hasta casi donde estábamos, hasta la Latteria Verona donde se ha comido bien, la verdad es que bien. 



Hombre, aquí las cosas no son baratas pero no se come mal: un risotto al vino tinto y unos spaguetti con bacon churruscadito. Eso sí, un copo de vino de aquí con 6 pavos, con sus muertos tós. Pero bueno. Y luego después de comer hemos seguido el río pa luego meternos al centro y llegar al mercadillo navideño, uno de los objetivos que tenemos en este viaje. Esto no es lo de ayer, hoy se puede estar tranquilamente, normal… Ayer, que era doménica, era la Virgen Santa, petao y ahora se está bastante bien. La rutita del mercadillo dura poco y se ve rápido. 

Con esas, terminamos y nos vamos al Castel Vechio para cruzarlo e ir al Arsenal pero está de obras y nos quedamos con las ganas. Pues nada, un paseíto de 20 minutos al hotel pa relajarnos que mañana llegamos a las 5 estrellas. 




Por cierto, manda huevos que a las 4 chapen la cocina y todos pa casa: te tienes que cenar las chocolatinas del minibar y los frutos secos de ayer porque salir, hoy no salen ni Romeo ni Julieta. 

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